La que llora con cualquier cosa, la que es débil, la que sonríe con todo, la que le gusta pasearse por su cuarto como si fuera una modelo...
Sí, definitivamente hay cosas que en la vida no se van. Y por más que las tapemos con una facha enorme, siempre saldrán a relucir en pequeños momentos. Quieras o no, eres como eres, y solo, tienes que aceptarte.